domingo, 24 de junio de 2012

¡¡Vacaciones!!

¡¡¡Felices vacaciones a todos!!!


Para cerrar el blog por este curso, ahí van algunas lecturas que quiero compartir con vosotros, por si no sabéis que leer este verano. Aunque lo mejor es que cada uno se pase por una librería, o por la biblioteca, o por la estantería de casa y coja los libros que de alguna manera le llamen.


El camino, de Miguel Delibes


La sonrisa etrusca de José Luis Sampedro


La casa de los espíritus, de Isabel Allende


La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa


Diez negritos, de Agatha Christie (o cualquier otro título). Con vuestra edad mi abuelo hizo que me aficionara a sus novelas y las devoraba. Y nunca averiguaba quién era el asesino.


Viaje al fin del mundo  de Hennink Mankell


El chino de Hennink Mankell


Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza


El desorden de tu nombre de Juan José Millás


El tiempo entre costuras, de María Dueñas


La sombra del viento, de Carlos  Ruiz Zafón


La isla bajo el mar, de Isabel Allende


La mecánica del corazón, de Mathius Malzieu


Siddartha de Herman Hesse

domingo, 3 de junio de 2012

Me gustas cuando escribes...

El curso se acaba y en clase no vamos a tener tiempo de comentar todos los poemas de las Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Os animo a realizar vuestros comentarios aquí en el blog. 
El jueves no nos dio tiempo ni a leer ni a comentar uno de los poemas más conocidos de este libro.


 Me gustas cuando callas porque estás como ausente, 
 y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. 
 Parece que los ojos se te hubieran volado 
 y parece que un beso te cerrara la boca. .  


Como todas las cosas están llenas de mi alma, 
 emerges de las cosas, llena del alma mía.  
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, 
 y te pareces a la palabra melancolía. .  


Me gustas cuando callas y estás como distante. 
 Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. 
 Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: 
 Déjame que me calle con el silencio tuyo. . 


 Déjame que te hable también con tu silencio 
 claro como una lámpara, simple como un anillo. 
 Eres como la noche, callada y constelada.  
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. .  


Me gustas cuando callas porque estás como ausente. 
 Distante y dolorosa como si hubieras muerto.  
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.  
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.



¿Qué tenéis que decir sobre él? Si no sois aún contribuyente, mandadme un correo a marisierraprofe@gmail.com y yo os mandaré la invitación (aunque ya lo hice al comienzo de curso).